Tras la bancarrota de la Epic Poker League, Barry Carter se pregunta si un modelo como el de la PGA puede funcionar en el mundo del poker.
La Epic League entra en bancarrota |
Yo mismo he hablado mucho sobre por qué creo que un circuito así no iba a funcionar, pero hoy no quiero atacarlos porque hayan caído, en especial porque hay trabajos en peligro y eso no es plato de gusto de nadie. De lo que quiero hablar es de un elemento de la liga que se ha intentado una y otra vez, pero rara vez funciona.
Desde que el poker saltó al gran público ha habido una fascinación por considerarlo un deporte. Si ignoramos que el hecho de que algunos de nuestros mayores "atletas" son obesos o el que se puedan ganar títulos mundiales borracho (gracias, Scotty), entonces el paralelismo con el deporte cumple un buen fin.
Principalmente sirve para "limpiar" la imagen del poker. Hasta el boom, el poker era un juego que había que ocultar y la gente veía a los jugadores como ciudadanos de segunda. Acabar con la imagen de vaqueros, mafiosos y ludópatas depravados era algo vital para la industria del poker, y tratarlo como un deporte era una forma perfecta de lograrlo.
La mayoría de canales deportivos retransmiten poker, vemos a muchos ex-deportistas (y famosos) jugándolo y los grandes jugadores son considerados celebridades y llevan más parches que un piloto de Formula 1. El poker está mucho más aceptado hoy en día, y creo que el rollo del deporte ha servido para eso.
Así que gracias deporte por dejarnos subirnos al lomo de tu buen nombre. Por desgracia nos quedamos demasiado.
El modelo PGA
¿Puede el poker seguir el modelo de la PGA? |
La Epic Poker League es el mejor ejemplo de esto, pero hay otros casos anteriores. La Onyx Cup (que obviamente jamás se celebró) y el Professional Poker Tour, surgido a partir del WPT. También hay varios sistemas de clasificación de jugadores (Bluff, Cardplayer, Global Poker Index) que intentan demostrar quién es el mejor.
Por supuesto los más cínicos creemos que estos intentos de crear un circuito como el de la PGA tiene como meta impedir que jugadores desconocidos ganen los eventos y garantizando una mesa final "ideal para televisión". Es cierto que la mayoría de espectadores quieren ver a Phil Ivey, Daniel Negreanu y Phil Hellmuth en la misma mesa, y esta es la mejor razón para luchar por un circuito como el de la PGA: una mesa final que se puede vender.
Pero eso es algo que se puede conseguir sin tener que crear una liga: es lo que vemos en Poker After Dark, el NBC Heads-Up Championship, High Stakes Poker y los eventos super high roller. Es más, ¿de verdad el público quiere ver mesas como las de la liga? Se puede decir que el espectador casual quiere ver grandes fajos de billetes y el drama del momento, no quiere ver si su jugador favorito gana puntos en la liga.
Obviamente también existe el factor suerte: ¿cómo puede tomarse alguien una liga en serio cuando la varianza es un factor tan relevante? Sí, vale, cuantos más eventos juegues, más se equilibran las cosas, pero harían falta cientos (puede que miles) de eventos para poder decir de forma realista quién es el mejor. Una liga basada en un puñado de eventos es una especie de "liga de la suerte" más que otra cosa.
La verdad es que si no me tomo en serio este formato es porque los participantes no son esos grandes iconos que se supone deberían ser. Cuando muchos de los participantes tienen deudas, necesitan un préstamo para jugar el evento o están arruinados, parece ridículo que se les incluya cuando lo que mantiene activo el juego es el dinero. El primer campeón de la Epic Poker League, Chino Rheem, fue el ejemplo perfecto de esto: las historias de sus deudas ensombrecieron su victoria del año pasado.
Eliminar el factor suerte
No es que solo se esté intentando encajar el estilo PGA en el poker a un nivel deportivo. Ha habido numerosos intentos (fallidos) de realzar el factor de habilidad del juego y reducir la suerte. He visto nacer muchas variantes del poker que prometían que no habría bad beats, donde la varianza está casi eliminada de la ecuación (normalmente al parar de repartir cartas cuando el dinero va al medio o dando premios según la equity, no el showdown) o se intenta reducirla, como en el poker duplicado.¿No conocías estos formatos? Eso es porque jamás funcionaron y rara vez sobrevivieron lo suficiente para que la gente los viera fracasar.
El poker es inclusivo
El poker medra gracias a momentos así |
El poker es especial porque no tiene la brecha entre el nivel PGA y el del amateur que lo ve en la tele. Lo mejor que le pudo pasar al poker en su historia fue cuando el amateur Chris Moneymaker derrotó a los profesionales en el Evento Principal e inspiró a millones de jugadores a seguir sus pasos.
El hecho de que un jugador nuevo pueda derrotar a un campeón mundial es lo que hace al poker vendible. El hecho de que la buena varianza haga que un jugador pésimo pueda ganar en las mesas en las que no pinta nada es lo que hace al poker rentable. El hecho de que cualquiera pueda pagarse una plaza en las WSOP/WPT/EPT mañana y sentarse junto a Phil Hellmuth o Daniel Negreanu es lo que hace al poker distinto (y en cierta forma, mejor) que cualquier otro "deporte".
Curiosamente algo hemos aprendido desde 2003 es que los organizadores de eventos y jugadores en la cumbre intentan morder la mano que les da de comer al intentar excluir al 99,9% de jugadores (que son los que les pagan las facturas).
Los únicos que se podrían beneficiar realmente de un modelo de poker como el de la PGA son los jugadores que participarían en los eventos. Por favor, ¿podemos dejar de besarles el culo a esta minoría de jugadores dándoles contratos de patrocinio absurdos y circuitos con dinero añadido absurdo, y empezar a recordar que los que mantienen el mundo del poker rentable somos la mayoría?
Sí, queremos ver a los mejores jugadores del mundo en televisión, pero lo que realmente queremos es jugar con ellos. Eso es lo que hace que el poker tenga éxito, por eso las WSOP/WPT/EPT funcionan, por eso un socio online es vital para el éxito de cualquier gran evento o programa televisivo y así es como capturas la imaginación de nuevos jugadores. El hecho de que sea posible ascender hasta la cumbre en un instante (por así decirlo) es lo que hace al poker tan atrayente.
El momento en el que cierres esas puertas, el poker dejará de ser tan especial.
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